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Desmembrar y recordar: un antídoto para recobrar la memoria

Hace un tiempo decidí ir al museo Fragmentos: Espacio de Arte y Memoria, donde residen distintas exposiciones que nos recuerdan sobre las heridas del interminable conflicto armado en nuestro país, territorio y población. Uno de los más importantes es el contramonumento realizado por la artista Doris Salcedo junto a mujeres víctimas; las armas entregadas por las FARC en el acuerdo de paz fueron fundidas y se convirtieron en el piso del museo. Lo anterior muestra que nuestro pasado siempre va a estar presente, pero lo importante es la forma en la que es recordado. Pisar cada tableta hace memoria a todas las personas que hemos sufrido el conflicto de diferentes formas, porque todos estamos presentes en él. Esta es una forma de reconocerlo y de no sentirse ajeno a las huellas que se encuentran en nuestro país, a esos fragmentos que hablan como testigos de la violencia y de las armas.


Por otro lado, quiero destacar de forma principal a las obras de María Isabel Arango: Palabras, palabras, palabras y Colombia dividida fragmentado historia país sociedad su. Entrar a aquella sala roja con un tamaño que parece infinito llena de miles y miles de palabras en cada una de sus paredes parecía casi un sueño. Podría decir que es un sueño, un pensamiento y una idea traída a la realidad. Pero lo importante aquí es no solo leer las palabras, sino entender su significado, el porqué son llevadas a ese lugar. Una palabra en un texto o en una conversación pueden sentirse irrelevantes. Pero, ¿qué pasa si esa palabra dejara de existir? Y es que en esta obra te puedes llevar las palabras que quieras y entonces dejarás huecos en aquella tela roja llena de palabras. Es en ese momento que me preguntaba: ¿qué palabra estaba en ese lugar? Es en ese momento que te das cuenta que falta algo, que algo está incompleto en aquella tela roja la cual ya no está llena y no lo volverá a estar. Ahora, hay un hueco dentro de ella, pero que deja una huella que nos permite preguntarnos sobre su paradero y sobre la narrativa que ha desaparecido.


Existen distintas formas de interpretar el arte. En este caso, no es sólo arte. Para mí, una palabra es una persona y a su vez es una narrativa que se refleja en esta sala. El conflicto armado en nuestro país ha cobrado un número incalculable de vidas arrebatándolas con una indiferencia de la cual no debemos hacer parte. Así como se arrebata una vida, se pierde una historia y una narrativa. Donde había una persona, solo queda un vacío para este país. Y aquel vacío que parece “nada” nos deja miles de preguntas ya que es un vacío que se ve y que perdurará. Lo mismo se puede ver en la tela la cual está llena de huecos. Al llevarse una palabra, despojas a la tela de su narrativa y la descoses y la borras. Aquellas palabras desaparecidas y deshilachadas se vuelven testigos de lo que una vez fue una tela (historia) firme y completa. Así como lo mencionó Maria Isabel Arango en su obra (2024): “las letras, palabras y párrafos que faltan y que hacen huecos, hacen aún más hueca la historia de la violencia en Colombia”.


Ahora, esto se complementa con su libro que se encuentra en la misma sala: Colombia dividida fragmentado historia país sociedad su (2024). Me gusta decir que este libro es sobre “lo que no se ve”. Cada palabra tiene un sentido, una razón de uso dentro la forma en que una historia es contada. Es por eso que debemos ser conscientes de ello. Por medio del libro de Marco Palacios y Frank Safford: Colombia país fragmentado, sociedad dividida (2002), la artista organiza todas las palabras de manera alfabética, al igual que el título del libro. Esta no es una elección fortuita o arbitraria, el libro analiza los factores históricos y físicos sobre la fragmentación en la construcción de la idea de “nación” dentro del tejido social de Colombia. Así mismo hace uso de la memoria a través de un recuento de los factores que han dividido a la sociedad y la integra como un eje central de las políticas estatales buscando superar la violencia estructural que perpetúa la estructura social colombiana.


Como lo menciona Arango, la alfabetización no es una novedad, sino que se puede ver como un método, como una imposición. Al hacer este ejercicio vemos más allá de una sola palabra, vemos también su significado y su razón de estar. Dejar en desnudo las palabras demuestra un significado más profundo del que podemos ser inconscientes al leer, al escuchar o al componer escritos. Debemos entender cada una de ellas antes de entender el todo, no podemos dejarlas pasar desapercibidas. Desmembrar, reagrupar y cuestionar revelan un asunto más allá de una tesis, revelan la esencia misma del objeto. Puedo decir que, en efecto, en las cosas más “pequeñas” encontramos un gran mensaje. Como estudiante, como persona y como habitante de este país considero que no podemos pausar estos ejercicios que nos hacen ver más allá de un simple “abc”. Entender una narrativa es entender un pequeño fragmento de la vasta historia olvidada de nuestro país, es gozar del honor de hacer uso de la memoria, de nuestra memoria.


Foto tomada de: Artishock


Referencias

Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria. (n.d.). Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria. InicioFragmentos, Espacio de Arte y Memoria. https://fragmentos.gov.co/Paginas/default.aspx


Arango, M.I. (2024) Colombia dividida fragmentado historia país sociedad su [Libro]. Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria.


Arango, M.I. (2024) Palabras, palabras, palabras [Tela Sublimada]. Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria.

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