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El amor es lo que mueve al mundo

Jonathan Vargas

En un buen momento de mi carrera me describen como una de las grandes fuerzas que forman al universo, antes de los dioses y lo hombres. Surjo del caos, junto con la Tierra, cuenta Hesíodo. Soy el amor creador de toda vida (Civita, 1973, pág. 34). Hesíodo establece una genealogía de los dioses, por lo que por lógica, el amor va antes de todo, pues es la fuerza de atracción que justifica la unificación. Más tarde, inspiré a varios filósofos antiguos, el amor al conocimiento llega y Platón me deja en alto diciendo que soy la otra vía diferente a la racionalidad que permite conectar el mundo de las ideas y el mundo de lo sensible, pues yo conecto por medio de la belleza a la contemplación del mundo sensible. En el período helenístico ya me van despojando de mi gran divinidad, me dejan como un niño travieso que es hijo de Afrodita y Ares o Zeus, dependiendo quien lo cuente. 

 

Mi nombre es Eros. Me conocen tardíamente como Cupido, pero soy la fuerza fundamental del amor y la pasión. Me representan en pinturas y relatos como un joven bello alado, con un arco y flechas. Esto tiene excepciones, y es que luego de los helenísticos me adoptaron como un niño, por lo que también aparezco como un niño, pero mantengo mis alas, mi arco y mis flechas. El funcionamiento de mis flechas es consecuente a mis fuerzas, puedo hacer uniones entre los seres, lo cual no siempre fue bueno para algunos, por lo que, así como fui adorado llegué a ser temido incluso por los mismos dioses. Las uniones no son fáciles, a veces uno se enamora de quien no debe, o peor, se enamora de quien no le corresponde. Por esto también fui representado como un tipo caprichoso, travieso y juguetón, porque así es el amor; las uniones son dinámicas, el amor no es fácil y unirse con alguien puede llegar a ser una maldición. 


Cuando me enamore de Psique (gr Psyjé: Alma) fue complicado. En ese entonces me relataron como hijo de Afrodita y mi madre me envío a castigar a la princesa Psique, impulsada por los celos viendo que los hombres adoraban su belleza. Al verla, no pude hacer mas que enamorarme. Pedí ayuda a Apolo y con su oráculo pude hacer que llegara a mis aposentos. Temeroso de este amor, pues yo un dios con una mortal que mi madre pedía castigar, la oculte y me oculte a mi mismo. Siempre la visitaba en las noches, cuando no pudiera verme, y le pedí que nunca lo intentara. Pero, como la mortal que era, no pudo con la tentación, y víctima del convencimiento de sus hermanas, me vio. Utilizo una lámpara de cera para iluminar mi rostro cuando dormía. Traicionó mis deseos. Una gota de cera callo a mi brazo y me hirió así como su traición. La amaba, pero estaba herido, por lo que hui a donde mi madre. Lo último que le dije fue que el amor no vive sin confianza (Civita, 1973, pág. 43). 


Al final, para bien nuestro, se esforzó por recuperar la confianza que teníamos. Pasó duras pruebas y casi la pierdo ante la muerte. Gracias a Zeus mi amada se volvió inmortal y pudimos unirnos para toda la eternidad. Aquí encontramos diferentes símbolos míos. El amor complicado, pero puede ser tan fuerte que nos hará pasar las pruebas que sean necesarias. De aquí, es que más adelante en el romanticismo el amor y lo imposible vayan de la mano. Mis flechas y mi arco son simbólicos: piensa en este amor como algo que te apuñala el pecho y que no es fácil de sacar.  


Por eso me temían y me adoraban. Una de las frases más populares de Slavoj Zizek es que el amor implica confianza absoluta: al amar al otro, le doy el poder de destruirme, esperando, confiando en que no usará ese poder. Por eso le dije a Psique que el amor no vive sin la confianza. Me he dedicado a contar la versión más conocida de mí, pero no hay que soltar lo que fui y sigo siendo: la fuerza fundamental que crea la vida. Sin mí, se acabaría todo. ¿Te imaginas una vida sin amor? Del que sea, romántico, pasional, corpóreo. El amor ha inspirado e inspira el arte y la vida. Lo gracioso es multiplicarlo. Medina Reyes alguna vez dijo: “el sexo no necesita al amor, pero le viene bien. El amor necesita todo lo posible y algún imposible”. En la música, pinturas, libros, cuentos, el amor es tema central.  


Tener en cuenta que el amor no solo es romántico, del mundo de las ideas, sino que también es susceptible a la sensibilidad, la pasión del cuerpo. De aquí la erótica y el erotismo, que más allá de obscenidades, es la pasión derramada en la sensualidad y el amor humano. En arquetipos del amor, le han dado mi nombre al amor sustentado en la química sexual, ese amor que viene del cuerpo al alma. Se dice que es mas débil de los amores, cuerpos hay muchos, por lo que surge la idea de amar almas y luego cuerpos. Me hace pensar que llegue débil a los contemporáneos, antes fui la fuerza formadora de la vida, ahora, reducido a un discriminado amor carnal. Entiendo que pueda ser resultado de que mis flechazos puedan interpretarse como amor a primera vista, sin embargo, las sensaciones son el principio del amor, el camino al alma nace en una mirada.


Quisiera terminar mi presentación y pasar a mencionar el legado que puedes ver en pinturas, películas, literatura, etc., con una cita de Medina Reyes que puede conectar un conflicto interesante que tenemos con el tiempo. La descripción de cuando nos enamoramos, perdida y profundamente en un instante, se puede describir así: “me pareció la respuesta a todas mis dudas […] mire a sus ojos claros y la ame enseguida porque no quise perder el tiempo que me tomaría amarla.” (Los infieles, pág. 30). No hay tiempos para el amor, puedes enamorarte de alguien en minutos, horas, días, meses, años. No hay fórmula temporal para el amor, pero es lo que nos da sentido, crea y da forma a nuestras vidas. No solo el amor romántico, también a una mascota, a un amigo, familiar, lo que quieras, simplemente ama. Creo que aquí está mi más grande legado, filósofos y artistas le han dado mil vueltas al asunto, vivir sin estar unido a nada, sería triste, además que no tendría sentido nada. 

Cronos corta las alas de Cupido (Pierre Mignard, 1694).


Esta famosa pintura muestra una discordia que mencioné anteriormente. El tiempo le corta las alas al amor, lo pone en la tierra. Con el tiempo vas conociendo al ser amado y el tiempo te puede hacer cuestionar si realmente le amas.



La primavera (Sandro Botticelli, 1482)


En este cuadro, lo central es notar la venda que tengo en los ojos, con los que se me pinta. En algunos relatos se contaba cómo la misma Afrodita, mi madre en estos relatos, vendaba mis ojos para que asi no apuntara las flechas que disparara. El amor es raro, en ocasiones no esperamos enamorarnos de alguien, de algo, dejándonos ver que el amor es ciego.

 


Venus vendando al Amor (Tiziano, 1565)


Esta pintura muestra mejor lo que hablábamos, donde Afrodita me está vendando lo ojos. El amor es caprichoso, no sabes a quien te unirás sino hasta que lo haces.

 

Psique reanimada por el beso del amor (Antonio Canova, finales del siglo XVIII)


De esta escultura podemos encontrar una idea bastante occidental, dramatizada en películas y novelas. En su última tarea, Psique va hasta el Hades por belleza de Perséfone. Afrodita era quien le había dado esta tarea imposible. Frente a todo pronóstico, Psique cumple su misión, pero es tentada a la belleza de Perséfone y termina casi muriendo por ser tocada por la belleza de la muerte. Aquí, yo, el gran héroe, la logro salvar. Se contaba que aprisioné la muerte y evité que se llevara a mi amada. Otra forma de verlo es que el amor te salva de la muerte. El beso del verdadero amor, idea recurrente en sin fin de cuentos de hadas.

De esta escultura me gustaría resaltar algo y es el erotismo que desprende la obra. El toque delicado, gestos suaves, la mano que oculta el pecho desnudo de Psique y la pose del cuerpo componen una figura que desprende erotismo.


El rapto de Psique (El rapto de Psique, 1895)


Al igual que la escultura anterior, esta pintura desprende erotismo, diferente a las pinuras donde soy Cupido. Cuando soy retratado como Eros se desprende sensualidad. La pierna recogida en un salto, las pernas de Psique cruzadas suavemes, la tela que nos cubre, el rostro de Psique de doncella enamorada y el mío del hombre decidido, los brazos sosteniendo a Psique, es un cuadro de un rapto por amor.


Pasando del arte a la literatura, del amor se desprende buena parte de la literatura, de lo romántico, o de su complemento, el desamor. Aun así, hay obras en las que se me menciona directamente. En la Teodisea, Hesíodo me cuenta como una fuerza fundamental. En El banquete, Platón me deja como el otro camino además de la racionalidad para llegar al mundo de las ideas, y en otras donde se estudia mi mito con Psique y demás. Sin embargo, soy más parte de la historia en relatos de amor. La idea del amor que se configura de cómo fui pensado ha hecho dramas, formulas de repetición, amores imposibles con finales felices o trágicos o de maduración. Por ejemplo, en escritores como Benedetti el amor es algo tan hermoso como doloroso, pero las pequeñas muestras de felicidad que da justifican lo doloroso que será. La idea de lo sensible inspira al movimiento alemán del romanticismo, esto de volver a lo sensible, fue inspirado en como se comprende el amor a partir de mi.


Ya en la actualidad directamente me encuentran como Cupido, no como Eros. La figura del bebé alado, con un pañal, un arco y flechas que enamoran. En la serie infantil Los padrinos mágicos nos encontramos con un cupido que es este cánon. Cabe resaltar el episodio 4 de la temporada 3, un especial de San Valentín, donde Timmy desea un mundo sin mujeres, y por ende el mundo se separa en dos: un lado hombres y otro mujeres. Esto casi mata a Cupido y destruye al mundo, pues desde la visión de este capítulo, se acabaría el amor romántico, pierde sentido la vida, además de que deja de crearse. Se rescata algo de mi concepto inicial: ¡soy la fuerza que une al mundo!


Más alla de este cánon, no encontramos mucho acerca de Eros, ni siquiera en la saga de God of War aparezco. Soy mencionado en una o dos ocasiones, hay estatuas de Cupidos, pero no soy un personaje que veamos. Sin embargo, así como en la literatura, en el mundo de las películas y series el amor es tema central de buena parte, pues el amor romántico es de los sentimientos mas fuertes que llegamos a experimentar y es fácil empatizar con una obra que nos identifique algo. Los símbolos sí se repiten, la representación de un corazón atravesado por una flecha, se entiende de forma universal, se refiere a enamoramiento. En publicidad pueden usarme así para mostrar enamoramiento a primera vista, pero se destaca más el erotismo para vender algún contenido, perfumes, etc. Por ejemplo, encontré una publicidad curiosa de un perfume llamado Versace-Eros pour Homme (2012).

Para finalizar, espero que haya dejado un impacto más fuerte del Cupido y te quedes con el nombre de Eros, fuerza primordial del cosmos. Entiendo que gusta más para obras el niño, para describir el amor y poderlo establecer como algo juguetón. Pero así como el mismo amor, soy más complejo y creo que la fuerza de atracción o unión es lo que nos va llevando en la vida. 


Referencias

Civita, V. (1973). MITOLOGIA Volumen Primero: Vol. Volumen 1.

Castellanos de Zubiría, S. C., [Relatos de sherezade]. (2023, junio). Ep. 27 Mitos griegos, parte 16 - EROS [Vídeo]. Spotify. Recuperado 26 de febrero de 2024, de https://open.spotify.com/episode/0S0o2RIpqmLCP8XDILAdlU

 
 
 

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