El retorno de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos en 2025 marca el inicio de una nueva etapa cargada de incertidumbres y expectativas. La agenda que llevará Donald Trump a la Casa Blanca promete cambios significativos en política exterior, economía, etc. Por ello, el sistema internacional observará con atención el rumbo que tomará dicho Estado bajo su mando. Por todo lo comentado anteriormente, será pertinente analizar punto por punto lo que tienen Estados Unidos y Donald Trump para este 2025 y que podrá marcar el rumbo de lo que será su segundo periodo presidencial.
Inicialmente, la política exterior de Donald Trump para 2025 estará marcada por su conocida inclinación hacia un proteccionismo no intervencionista, acompañada del lema “America first”. Este proteccionismo por parte de Donald Trump está impulsado por la incesante búsqueda de una nación más pragmática, como lo está siendo con los discursos a favor de tomar Groenlandia y el Canal de Panamá. Por otra parte, ha criticado abiertamente la política de su predecesor, Joe Biden, respecto al ataque ruso a Ucrania, calificándola como un gasto innecesario para Estados Unidos y señalando el alto costo de mantener el liderazgo en la OTAN sin recibir un beneficio directo por ello. Otro punto importante en la agenda Trump, consta del conflicto de Medio Oriente, Trump se posiciona como un firme aliado de Israel, ofreciendo apoyo estratégico sin incurrir en altos costos de transacción que comprometan el presupuesto nacional.
En segundo lugar, la economía bajo el mando de Donald Trump en 2025 buscará consolidar un enfoque orientado a reforzar el crecimiento interno. Uno de los pilares de su estrategia será la reducción de impuestos, siendo las más grandes corporaciones beneficiadas con dicha decisión. Todo ello con el fin de estimular el consumo interno, generar mayor flujo monetario, promover la inversión privada y reactivar sectores clave de la economía, teniendo como objetivo final ralentizar la inflación de Estados Unidos de los últimos 2 años. Esta medida se complementará con un aumento de aranceles a Estados que producen bienes estratégicos similares a los de Estados Unidos. Justamente por estas decisiones su visión proteccionista se refuerza con la intención de aumentar los aranceles a las importaciones chinas, una medida que pretende fortalecer la industria estadounidense y contrarrestar lo que considera prácticas comerciales desleales. Estas medidas, dirigidas a disminuir la inflación y robustecer tanto a la clase laboral como a las grandes empresas, evidencian su perspectiva de una economía en la que el gobierno anteponga el interés nacional a las obligaciones internacionales, fortaleciendo a Estados Unidos como una potencia económica autosuficiente y resistente.
En resumen, el regreso de Donald Trump en la Casa Blanca, sugiere un cambio importante a lo establecido por la administración Biden-Harris, con una agenda enfocada en el proteccionismo económico y una política exterior menos vinculada a alianzas convencionales y distanciada de las instituciones multilaterales. Trump aspirará a fortalecer la posición de su nación como potencia independiente. Se anticipa un fortalecimiento de las relaciones comerciales con China, una firme defensa del dólar como divisa global y una reevaluación de acuerdos como los establecidos por la OTAN e intensificar los esfuerzos de tomar territorios ricos en recursos, como lo puede ser el círculo polar Ártico. Para Trump, el objetivo está claro: devolver a Estados Unidos el control de su destino, consolidando su influencia sin comprometer su autonomía, con su constante aspiración de “Make America Great Again”.
Foto tomada de: The Washington Post
Bibliografía
FitzGerald, J. (2024, 9 noviembre). 7 cosas que Trump dice que hará como presidente. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/articles/cje0d39zjn0o
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