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TRES SIGLOS Y FANTASMAS.


Tomada de: Archivo histórico de la Universidad del Rosario.


Trescientos sesenta y nueve años son casi cuatro siglos a través de los cuales la Universidad del Rosario ha evolucionado constantemente para lograr mantenerse a flote en un país tan cambiante como el nuestro. Si bien es cierto que en Colombia existen universidades más antiguas, el Rosario cuenta no sólo con un gran Archivo Histórico, sino con un Claustro cuya estructura ha permanecido intacta mientras generaciones de rosaristas vienen y van. Miles de vidas han sido cambiadas en esta universidad a lo largo de casi cuatro siglos repletos de historia. Desde su fundación, la Universidad del Rosario ha acogido a todo tipo de personas; desde próceres de la Independencia, hasta presos regulares. Aun así, sin importar el tipo de personas que hayan habitado elClaustro en su momento, la universidad ha egresado mentes capaces de permear los libros de historia. Entre estos nombres se incluyen el de Rafael Pombo y el de José Celestino Mutis, junto con más detreinta presidentes de Colombia. Algunos rosaristas, como Luis Enrique Nieto Arango (1947-2020), llegaron a afirmar en algún momento que bastantes de las almas que en vida habitaron el Claustro se han vuelto parte del mismo, y que, cuando el sol se esconde, sus presencias orgullosas y deliberantes se sienten con potencia. Nieto cuidó fervorosamente del Archivo Histórico y es bastante probable que no muchos rosaristas conozcan tanto la universidad como lo hizo su curiosa y dedicada alma. Uno de los temas que le apasionaban era la presencia de espíritus en la universidad y, consecuentemente, escribió al respecto (como lo hago yo en este instante y como lo han hecho tantos rosaristas después de él). Entre esas almas, que fueron parte fundamental de nuestro país como nación, se encuentran, por ejemplo, la de Policarpa “La Pola” Salavarrieta y Francisco José de Caldas (“El Sabio”). Pero el fantasma más conocido como mito de pasillo es el de Luz de Obando, a quien se le denominaba “La Rectora” por su ilícito amoríocon el capellán y rector, Andrés María Rosillo y Meruelo.

Al haber vivido tantos momentos relevantes en nuestra historia, las paredes del Claustro cobran vida y se jactan al oír el paso de los estudiantes, pues saben perfectamente que esos pasos fueron un día los de Policarpa Salavarrieta al ser encerrada antes de su muerte, los de Francisco José de Caldas, o de los cientos de estudiantes que han desfilado por la Universidad desde 1653. En el S.XIX, la universidad sirvió de cárcel en dos ocasiones separadas y no cerró en ninguno de los dos casos. La primera vez se relaciona a las órdenes del Inquisidor Pablo Morillo, cuando aquellos rosaristas que lucharon por laIndependencia fueron sentenciados a muerte y tuvieron que pasar sus últimas horas en el lugar que,irónicamente, los había convertido en hombres (y mujeres) libres. En una segunda ocasión, sirvió el colegio como cárcel (1860-1861). De esta segunda situación surgieron bastantes muertes y desapariciones.

No solo han fallecido personas en las instalaciones de la universidad, sino que muchos restos se han descubierto en ella. Es más, fue tan común la situación que Mutis sintió que era necesario expresar sudesaprobación por los restos que descansaban bajo el Claustro. Dados los abundantes fallecimientos que lo rodean, se encontraron restos humanos en las remodelaciones del S.XX. Además, en dichas remodelaciones se encontró también una recámara con dos camas intactas y un vaso de agua. Es muy probable que los hallazgos se relacionen con las muertes por Cólera que en algún momento azotaron a los rosaristas. Es conveniente resaltar la siguiente pregunta: ¿Es acaso posible que un lugar tan lleno de historia carezca de evidencias que nos permitan atisbar una noción del pasado? La respuesta a dicho problema es no, no es posible. Ergo, es posible acercarse al museo de la universidad y a las noches de museo realizadas varias veces en el epicentro de lo que es Colombia hoy: el Claustro del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario.





Bibliografía



Franco, A. (15 de noviembre de 2017).

Supersticiones Rosaristas: ¿cómo se originaron los mitos sobre existencia de fantasmas? Nova et Vetera. https://www.urosario.edu.co/Periodico-NovaEtVetera/Nuestra-U/Supersticione s-Rosaristas-como-se-originaron-los/


Knudsen, H., Guillén de Iriarte, M., Gil Marín, J., Constaín, J.E., Nieto Arango, L. E., Pinilla, G. (2003)


Rodríguez, J.C. (s.f.)



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