El color de tu mirada es igual
al de mi bebida favorita,
es café y profundo;
te has vuelto criptonita.
Tus ojos me han visto desnuda
sin quitarme una prenda,
me han visto ser yo
Y vivir sin pena.
Ya no tomo café en el desayuno
no lo encuentro necesario
solo quiero ahogarme en ti,
que seamos uno.
La sonrisa que me quiebra
las manos que me tocan
no te veo en una taza
pero me vuelves loca.