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El costo de una “simple” decisión


Fue a punto de no poder serpentear cuando Noa Boshelli decidió emprender un viaje de regreso a su hogar, la cordillera oriental, y aunque preocupada se encontraba, no fue sino hasta cuando se percató de que el número de Boshellis dejó de aumentar, que se arrepintió totalmente de aquel día en que su alimentación, reproducción y ambiente decidió cambiar. Noa es consciente de que desde su nacimiento diferente ha querido ser, pero como las decisiones que tomamos afectan a otros, la lección tendrá que aprender.


Tomado de: Istock


Desde años atrás el río Magdalena habitado fue por estos seres de piel marrón, que sigilosamente se escabullen por la tierra para capturar a su víctima: un roedor. Van siempre en búsqueda de calor y cuya finalidad última en la vida consiste en reproducir su especie y no toparse con un cazador. Con estas simples reglas un Boshelli debe sobrevivir, por lo que problemas habrá para la que decida no cumplir, y a pesar de que la advertencia sobre las consecuencias fue clara, Noa decidió infringir.


Si una Boshelli en ambiente cálido debía permanecer, Noa un cambio de temperatura habría de querer y por eso un viaje decidió emprender. Si para sobrevivir roedor debía comer, con frutas y verduras Noa se pensaba satisfacer. Si de otro Boshelli necesitaba para a su especie ver crecer, Noa aseguraba que sola lo podría hacer. La decisión drástica de todas las reglas de sobrevivencia contrariar, sola la llevó a estar.


Mientras una de las Boshelli se negaba a sobrevivir con reglas, las demás luchaban contra un proyecto minero que acabaría con todas ellas. Con el desplazamiento, cambio de zona, alimentación y temperatura, las Boshelli cada vez menos se reproducían, poniendo en riesgo no solo la existencia de su especie sino además de flora y fauna que por su labor en la cadena alimenticia de ellas requerían. La cordillera oriental cada vez más se veía marchita.


De Noa las Boshelli necesitaban, y la apariencia opaca de la cordillera oriental le corroboraba a esta rebelde serpiente que algo malo pasaba, pero su orgullo pensar en volver a casa se lo dificultaba. No solo en apuros su especie estaba, sino que Noa deshidratada y con hambre se encontraba, por lo que fue cuando a punto de rendirse decidió volver, ayudar a su especie y obligar a la miseria, muerte y sufrimiento del río Magdalena correr. De todas las reglas que algún día decidió incumplir, si hoy aún serpientes Boshelli existen es porque Noa las decidió seguir, y aunque de la pérdida de gran parte de su especie se arrepiente, hoy a Noa las Boshelli le agradecen.


Moraleja: Si decisiones has de tomar, piensa bien antes de actuar, pues a otros estas decisiones pueden afectar. Sabemos que es un proceso personal, pero cuando vives en sociedad a todos puedes impactar. No importa cuan grande o pequeña ha de ser tu decisión, lo importante es que recuerdes que con cautela debes evaluar siempre cada opción.


Y de ese proceso reflexivo no solo debes cuestionar tus propias decisiones, sino además evitar minimizar y estigmatizar el mensaje detrás de los cuentos, fábulas y canciones, pues la riqueza que en ellas encuentras está en la simpleza y profundidad de sus conclusiones, por lo que, aunque Noa parezca irreal, alguna Lina, Andrea, Sofia o Luis se identificará con sus acciones.


Nota: La información expresada en este artículo no compromete la voluntad de la Universidad del Rosario ni del Periódico Enclaustrados.

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